Por qué tratamos a nuestras mascotas como hijos🐶🐱, explicado por una psicóloga

Sol Heberle
UnoAR
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4 min readMay 4, 2018

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Seguramente amás muchísimo a tu mascota y es un miembro más de tu familia pero, ¿tanto como si fuera un hijo/a?

Cada vez son más los productos que se venden para perros y gatos: ropa, zapatos, galletitas con forma de comida humana, hebillitas, mochilas transportadoras (como los porta bebés pero para 4 patas) y mucho más. Se lo preguntamos a Analía Álvarez, psicóloga, para que nos cuente por qué cada vez humanizamos más a los animales.

¿Por qué lo hacemos?

“La gente suele atribuirle características humanas a cosas, fenómenos y seres vivos. Esto es algo que se presenta desde la niñez como una cuestión de acercar lo novedoso a aquello que nos resulta más familiar”, nos cuenta.

Una explicación lógica para algo que no para de crecer pero… ¡es que son tan tiernos! Sí, eso también explica por qué lo hacemos: según Analía, la ternura o dulzura que nos da ver a una adorable mascota usando un pantalón de jean y una gorra, por ejemplo, es uno de los motivos por los que los humanizamos (sin contar lo lindos que se ven en Instagram) 😉

Pero eso no es todo: “Hay quienes humanizan a los animales vistiéndolos, peinándolos o dándoles intenciones humanas y, aunque esto varía en cada caso, en general se podría pensar que es por alguna necesidad de compañía o afecto. Esto no significa necesariamente que quien lo hace es porque se siente solo, algunos disfrutan teniendo un ser vivo que necesita de nuestra ayuda o asistencia”, aclara Analía.

Pero más allá de una foto graciosa, ¿hay un límite? ¿Es lo mismo un hijx que una mascota? “Quienes humanizan a su mascota a ese nivel, más bien lo estarían tomando como un bebé que está a su cuidado. Dado que la mascota siempre va a necesitar del humano responsable, sería como el sueño de algunas madres o padres que añoran que sus hijos no crezcan nunca, que se mantengan pequeños y demandantes de afecto”.

Cómo nos influyen los cambios de estilo de vida

En general, la gente suele tener menos cantidad de hijos que hace dos o tres generaciones. “La vida actualmente es muy distinta que hace veinte años atrás. Las metas personales cambiaron y la autorrealización cobró otra relevancia. Hoy en día, los jóvenes que tienen la oportunidad de construir una carrera profesional, académica u ocupacional tienden a aplazar otros objetivos como la maternidad o paternidad”.

La pregunta del millón: ¿Es sano?

Analía dice que no tanto: “De acuerdo a expertos en el comportamiento animal, tratarlo como un hijo no sería sano para la mascota en primer lugar”.

Así lo expresa César Millán, el encantador de perros, que cuenta que hace 50 años no había problemas en el comportamiento con los perros como ahora, porque tenían una actividad que hoy no, lo que podría causar frustración y aburrimiento en el animal.

Desde el punto de vista de la psicología, Analía agrega: “El amor cuando está demasiado presente no suele ser sano. Como en muchos aspectos de la vida, lo ideal es el equilibrio. Esto aplica no sólo al cariño entre seres humanos, sino también al que se manifiesta hacia una mascota. Algunas personas, con la mejor de las intenciones, buscan darle lo mejor a los animales en términos materiales. Así, terminan comprando artículos llamativos o contratando servicios en los que se les corta y pinta de colores el pelo y las uñas a los animales. Este cambio estético, difícilmente sea algo que el animal llega a percibir en sí mismo como algo agradable, más bien es algo que el humano está haciendo para la mirada de otros humanos. De ser así, la acción es algo más bien egocéntrica y no en pos del bienestar del animal”.

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